Por fin doy una buena noticia, después de casi dos años trabajandocon refugiados , traduciendo sus historias, contando sus problemas y dando voz a sus palabras. Por fin he vivido ese momento que me contaron cuando empecé con esta colaboración, aunque también me advirtieron que era duro, que me enfrentaría a situaciones muy difíciles; y así fue, pues en más de una ocasión se me escapó una lagrima, al tener que relatar con mi propia voz una historia tan dura que me rompía por dentro, esa lagrima delataba mi humanidad, y como profesional me hacía sentir un poco mal, pues lo primero que te dicen es que no te involucres emocionalmente, pero como no involucrarse ante el dolor y el sufrimiento de otro ser humano, como no sentirlo en mi alma y pensar "podría ser yo" "me podría haber pasado a mí". El caso es que esto es parte del trabajo del intérprete que ha decidido ponerse al servicio de una ONG que atiende a refugiados o trabaja en la oficina de asilo, y me gus...
Comentarios
Publicar un comentario