Árabe coloquial y diglosia: dos caras de una misma lengua
¡Hola de nuevo!
En la entrada de hoy seguimos explorando el fascinante mundo del árabe.
Como os contaba en la entrada anterior El
árabe: mucho más que una lengua, existe otra variedad fundamental: el árabe
coloquial, la lengua que millones de personas usan en su día a día.
¿Qué es el árabe coloquial?
El árabe coloquial es el idioma hablado como lengua materna
por unos 150 millones de personas, y también es comprendido por millones más
que lo utilizan como lengua coránica.
Pero aquí viene lo interesante: en el mundo árabe no hay una
sola forma de hablar árabe, sino que conviven dos variedades principales. Este
fenómeno se conoce como diglosia.
La diglosia: una peculiaridad del árabe
La diglosia significa que una misma lengua tiene dos
versiones que cumplen funciones diferentes. Aunque este fenómeno existe en
otros idiomas, en el árabe es un rasgo común a todos sus hablantes.
En la práctica, esto se traduce en:
- Árabe
coloquial: se usa en la vida cotidiana, con la familia y amigos, y también
en algunos programas de radio y televisión.
- Árabe
moderno normativo: se emplea en la escuela, en textos escritos, sermones,
tesis universitarias, discursos políticos y programas informativos.
Esta convivencia marca la identidad lingüística del mundo
árabe y crea una dinámica única entre tradición y modernidad.
El árabe normativo: símbolo de unidad
El árabe moderno normativo es la marca del panarabismo,
porque entre los dialectos coloquiales existe un alto grado de ininteligibilidad.
Por ejemplo: un marroquí y un iraquí pueden no entenderse; lo mismo ocurre
entre un omaní y un argelino.
Por eso, el árabe normativo actúa como puente común en
medios, educación y religión, garantizando la comunicación en contextos
formales y oficiales.
Dialectos del árabe coloquial
El término “árabe coloquial” engloba una gran diversidad de
dialectos que varían según la región. Se diferencian del árabe normativo en pronunciación,
vocabulario y gramática, y se clasifican en grandes áreas:
- Magrebí
(Marruecos, Argelia, Túnez, Libia)
- Egipcio
(muy influyente gracias al cine y la televisión)
- Levantino
(Líbano, Siria, Palestina, Jordania)
- Del
Golfo Pérsico (Arabia Saudita, Emiratos, Kuwait, Omán)
Dentro de estas áreas también hay diferencias entre hablantes
urbanos, rurales y nómadas, lo que añade aún más riqueza y complejidad.
Pero a grandes rasgos podemos diferenciar entre árabe oriental y árabe occidenta.
¿Se entienden entre sí?
No siempre. Quienes no han sido escolarizados y viven en
zonas aisladas pueden tener dificultades para comprender otros dialectos,
incluso siendo hablantes de árabe. Esto hace que la comunicación entre regiones
dependa mucho del contexto y del nivel educativo.
Fronteras difusas y evolución
Es complicado delimitar los dialectos árabes. La única
distinción clara es entre:
- Dialecto
beduino: muy conservador, mantiene estructuras antiguas.
- Dialecto
sedentario: especialmente el urbano, que tiende a innovar y adaptarse
rápidamente a influencias externas en fonología y gramática.
Los dialectos urbanos son más permeables a cambios culturales y tecnológicos, mientras que los beduinos preservan formas tradicionales.
Como resultado vemos que el árabe coloquial y el árabe
normativo son dos caras de una misma lengua que reflejan la diversidad y la
historia del mundo árabe. Esta convivencia, lejos de ser un obstáculo, es una
muestra de la riqueza cultural y lingüística que caracteriza a esta región.

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